lunes, 5 de octubre de 2009

Confuso desahogo

¿Como empezar a hablar de algo que ni aún en mis más elocuentes pensamientos logro describir? Quisiera poder hacer el esbozo correcto para crearles una "imagen ponderada" vana y poco precisa pero lo más acertada posible de mi ser...
En estas circunstancias, donde el por qué de las cosas se vuelve tan confuso y resulta incalculable el número de veces en las cuales me recuesto a pensar, derramando estúpidas lagrimas por todo lo que no concuerda en mi... Siento que están vacíos... Los momentos, las emociones... Es muy complicado exorcizar estos malditos... ¡Cuestionamientos!
Mis recuerdos e impresiones de las cosas y vivencias se vuelven nada en mi podrida cabeza, donde aun mi corazón siendo solo un musculo que irriga sangre a mi cerebro quiere controlar mi actuar...
Ahora dices tener miedo, como si mi silencio no fuese de tu agrado, mi silencio es y será siempre del agrado de Todos, porque Todos prefieren hablar antes de escuchar.
Fingiendo palabras en mi mente y en la misma realidad... Yo, tú... El resto... Como si yo no tuviese miedo todo el tiempo, como si yo no fingiera ser fuerte para tenerte a mi lado... Estoy cansada y mis dedos solo obedecen un cuerpo inerte y una mente sofocada... Necesito sacar mis penas, no quiero llorar mas por mi existencia, por algo con lo que siempre he vivido, mi maldición, mi destino... Es como si ese mundo del que tanto anhelo ser parte terminará por sofocarme aun sin conocerlo... Tratando de aburrirse antes de decepcionarse y sobretodo quejándose por todo lo que respira...

domingo, 4 de octubre de 2009

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A veces nos resulta complicado ser fieles a nuestros pensamientos, cuando a menos de un paso, hay un mar de cuestionamientos y razones perpendiculares a nuestro razonar. Resulta dificil, entonces, disfrutar de las cosas, de los momentos, de las sensaciones, si con cada movimiento necesitamos un ¿Por qué...?
Tratar de encontrar la salida en el laberinto, nos expande la DIFICULTAD de lograrlo. Si nunca se esta seguro del paso a dar, difícilmente convenceremos al resto de que el cimiento es firme y por el contrario nos encontraremos con espectadores llenos de dudas e inseguridades trasmitidas y propiciadas por nuestro propio actuar.