Difusa Esencia

Algún día te escribiré un poema  que no mencione el aire ni la noche; un poema que omita los nombres de las flores,  que no tenga jazmines o magnolias. Algún día te escribiré un poema sin pájaros ni fuentes,  un poema que eluda el mar y que no mire a las estrellas. Algún día te escribiré un poema  que se limite a pasar los dedos por tu piel  y que convierta en palabras tu mirada. Sin comparaciones, sin metáforas,  algún día escribiré un poema que huela a ti,  un poema con el ritmo de tus pulsaciones,  con la intensidad estrujada de tu abrazo. Algún día te escribiré un poema, el canto de mi dicha. Dario Jaramillo Agudelo.

Estoy acalorada y no en el buen sentido -menopausia dirían por ahí-, se me caen las gafas y comienzo a enfadarme o a terminar de hacerlo ¡ya ni sé! por la lentitud de mi conexión y el tedioso esfuerzo que ha implicado descargar unos drivers, mientras tanto veo casi con la misma cara de ira a mi compañera, parece que hoy no es una buena noche para el 916, entretanto Dana apaciguada en su cama duerme, dando tregua en sus sueños al caos y tensión que se experimenta por fuera de su habitación entre las fallas técnicas procreadas por la falta de un buen servicio de Internet, ¡Debería yo estar durmiendo también! El calor no cede, no despliega otra sensación diferente al tedio, estoy por pensar que mi imaginación se acorta cada vez más en estos días de voluble calma y ardiente clima...

Me estoy desbordando, no se que me sucede o he de suponer que si lo se, MUY en mi interior... Deben pensar que estoy loca, lo sé, despeinada -mas que de costumbre-, desarreglada, con los zapatos sucios y sentada en esta banca frente a las escaleras, escribiendo como desquiciada y además con lápiz de color rosa, horrores ortográficos que no controlo en el momento y tachones de color rosa fugaz que se desvanecen como las miradas de quienes cruzan a mi lado... Me como las uñas, eso intento, no coordino movimientos, solo veo las siluetas difusas de quienes suben y bajan, suben y bajan...  Y allí me encuentro, deschabetada, escribiendo, redundando una y otra vez mientras me desbarato por dentro... Y nuevamente se me ha ido el ascensor, otra vez me desvivo, me MATO lentamente por el pensamiento, por el recuerdo, por el dolor disfrazado de odio y rabia... y... odio esperar... Ando buscando una persona que no existe a ver si me olvido de otra que quisiera que muriera... ... Camiseta de Iron Ma

Aquí vengo dejando otro retazo de mi difusa existencia. Este corto me lo mostraron y debo decirlo: (soy patética) me hizo aguar...  Una muestra de lo que es la cobardía y la LETAL pasividad humana... Del director español José Luis Acosta:

No hay nada más tedioso y molesto que tratar de describirse a sí mismo, bueno... No, cuando tu ego sobrepasa la estratosfera... Veamos: Lo más simple: Mi mundo radica en un caldero putrefacto de pensamientos y cucarachas...  Mis creencias: el mejor argumento. Lo más complicado: Odio, DETESTO, las mariposas... Del resto pues, voy por ahí caminando, observando sombras, siluetas y me fusiono con el mundo sin ser parte de él... "Mientras ¡TRATO! Tan duro y constantemente de descubrir el camino para lograr tumbar la cortina que nubla mis ojos... Encontrar la manera antes de volverme loca, antes es muy tarde"...

...O por lo menos eso trato. Esta noche han resucitado mis ganas -tal vez mañana mueran- de desprender unas hojitas de este árbol que despliega mi existencia. Nadie me lee ¡lo sé! soy tan consciente de ello como del hecho de que para mi hoy es suficiente mi esperanza, esa de la que tanto hablo y tanto menciono, esa que aún no muere. Y sigo desbaratandome, quizá por la incomodidad de éste viejo teclado o por los mismos momentos que componen estos últimos meses... He deseado tanto que no me he detenido a pensar que realmente estoy obteniendo lo que me toca. Y es que por ley algo me toca ¿no? He de pensar que esta situación no es por demás pasajera... Creo... creo que es mi naturaleza...