¡Oye!
Quería escribirte pero realmente no siento la suficiente energía para hacerlo... buscarte, llamarte o algo parecido, no es lo que desee realmente, porque siento que a veces simplemente no se puede luchar contra el destino, con lo que se nos impone de zarpazo en la cara... esta ausencia. Me prometí a mi misma no caer en lo mismo, tiempo atrás me dije y aún sigo pensando, quizás, no puedo asegurarlo con total certeza, que intentaría vivir cada pedazo del cuento con los brazos abiertos pero con el corazón cerrado, luego pensé que era mejor vivir, sin centrarme en razonar cada instante del suceso (es complicado no hacerlo)... Eres nadie y lo eres todo, casi todo... quizá un poquito más de lo que me hubiese gustado, aun sintiendo cierto recelo pero inexplicable gusto con cada palabra, con cada suspiro, con cada silencio... ¿Qué sientes? mañas mías de hacer preguntas que pocos saben responder ¿cómo te sientes? las palabras no me bastan, eres la cosa más incomprensible de este mundo y y