Dónde está la metáfora para el caos interno que me puebla... las horas, el espacio, el desatino de elementos, las palabras que resuenan vacías... y a pesar de todo, una luz: la belleza de la mente y la descarada anti-sutileza de sus cambios, dirigiendo mi mundo, saturando mis entrañas de vaivenes, ¡desorden! mi karma, detonante neurótico de mis más ínfimos deseos de soledad, sólo así me soporto, solo así me convenzo de que no soy parte del momento pero circundo al rededor de esta desatinada causalidad, ésta, mi cotidianidad enfermiza.
martes, 26 de julio de 2011
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario
Viento en el árbol