A veces odio...

...Que me utilices solo para tus fines y me deseches como cualquier trasto, que no veas en mi las palabras sino las tetas que imaginas, que no sientas mis detalles sino que voltees la mirada hacia lo que deseas. Odio tu música basura y el hecho de que ahora yo escuche esas canciones de mierda, que abra mi mente mientras vos la cierras. Te odio todo y casi nada. Me duele que me rechaces, que seas cruel, odio ignorarte y lograr mi cometido de alejarte, que digas perro y yo gato, que pidas fuego y yo quiera calma... Te odio tanto que no te imaginas... que el odiarte es la esencia que me ata a este infructuoso capricho de quererte... Odio que te rindieras sin haber luchado, odio haberme rendido, haberme hecho la loca, haberte ignorado tanto cuando me buscabas a tu manera... Pero debo ser sincera, nunca es suficiente, estoy acostumbrada a la versión del coqueteo donde buscas encantarme pero tu te sales de los preceptos, otra cosa que odio, tus falsos aires de tipo "nada me interesa, no necesito conquistarte".

De verdad odio todo de ti, tu romanticismo con fragancia a gaminería, tu espalda, tus crespos, tu rapado, tus colores y tus sabores... Me caes tan mal que ni siquiera puedo verte, por eso volteo la mirada si pasas a mi frente, por eso eres un extraño aun conociendo lo que nadie conoce de mi. Odio que juegues a recrear todo lo mal que me he portado ¡solo yo puedo hacerlo! odio tu egoísmo, tu falta de tacto, odio no poder encantarte, siendo buena para hacerlo, odio que se me vayan las palabras contigo, que nada de lo que piense te guste, que me subvalores, odio quedarme callada, que todo me resulte al revés al hablarte... pero debo decir que de las cosas que más odio es haberme dado cuenta que también la he cagado, que debí mostrarme mas interesada, más receptiva, que pude aceptar tus invitaciones a salir, que pude contestar el celular cuando me llamabas o responder a tus mensajes sin tres piedras en las manos... Todo lo que ahora odio es tener que conservar una hermosa imagen de ti, de mi, de los dos en mi imaginario. No lo sé, es tanto el odio que siento por ti que me choca no odiarte todo, casi poco, casi nada.