lunes, 23 de mayo de 2011

A mis calmas

Y cuando mi corazón se estremece, se agita... ¿por qué hoy no logro escribirlo? Entiendo todo o por lo menos lo que debo y sé que falta... Odio tantas cosas, extraño que no sea como quiero... Y pienso que si he de pasarme toda una vida esperando temo pasar por alto lo que en verdad espero... Hoy temo en silencio, mientras enfurecen las aguas, mientras el anhelo se disfraza de "oruga"... Nadie ya entiende eso.
Bum bum bum, el corazón no para... por más calma que haya a las 2:40 de la madrugada, mientras el silencio me absorbe, mientras los deberes me llaman. Este estado viene y va, con sentido y sin compás, con esta rima vistiendo un absurdo disfraz pero es que en realidad yo no se hacer nada más que callar cuando pienso y pensar cuando te iras.




**awful awful awful awwwwwwfffffuullllllll**

martes, 10 de mayo de 2011

Condenado a vivir (Cadáver exquisito)

Ahí estaba él, armado de cianuro y aquella nota que no abría hasta este momento y que decía:
"Ahora debes estar viendo ésto y terminar con los dos, déjame decirte algo, ¡no vas a poder! yo hago parte también y tengo el control. Si estás leyendo ésto ¡sos un cobarde! ¡Enfréntame! tan sólo llámame, estoy acá escondido entre tu pecho y tu corazón."
Pero sabía que no podía dejar a su mujer a merced del aire y su vientre que estaba poseído por una vida en camino. Entonces siguió leyendo... "Ese hijo que espera tu mujer es fruto mío, de Abezi-Thibod, es hijo del mal, no podrás escapar nunca de mí, aún cuando mueras me haré cargo... La pastilla que espera en tu mano no es más que una misera menta porque tu cuerpo me pertenece y tu alma ya es mía".
Arrojó el cianuro y sacó por el costado de su cintura un revolver calibre 38 largo, meditó durante dos segundos, apuntó dentro de su boca y al compás del sudor, vio venir una premonición donde él se observaba a sí mismo fornicando con su mujer el día preciso en que hubo gestación, puso el dedo sobre el gatillo y veía extrañas paredes repletas de tejidos, se sentía estrecho, incomodo, sofocado, quería gritar pero su boca estaba tejida, no entendía nada con relación al momento y solo pensó "cuando termine lo entenderé" disparó y despertó en la una cuna de un hospital al centro de la ciudad.