No pensé sentarme a escribir acerca de la forma como ahora entiendo las cosas, nunca pensé tampoco llegar a cuestionarme tanto, creencias tan arraigadas en mí, mi modus operandi ahora mutando drásticamente, a pesar de que antes creía en esas cosas inmutables en la esencia de las personas; aquello que me guiaba a manejarme frente al mundo, el universo, ese karma cósmico que siempre me devolverá lo que he entregado.
Me asusta, no podría negarlo, porque sé que he hecho cosas que no han sido muy buenas, que en ocasiones he faltado a mi palabra y no he sido consecuente con lo que pido del mundo y de los otros... pero vamos, sabemos bien que la vida es inestable y lo único que tengo claro es que quiero asumir siempre la responsabilidad de mi existencia.
Entonces, siento que veo con tal claridad que puede parecer confusa por momentos, me gusta esta experiencia, esta sensación de sentirme tranquila y sin desórdenes aparentes y este reto tan gigante que me ha puesto el destino ¡tanto destino atravesado entre nosotros! para hacerme crecer y ver todo en una perspectiva que jamás pensé experimentar.
Querer... de una forma menos egoísta y más mía, más a mi manera, más sin prejuicios e inseguridades innecesarias.
Querer... de la forma más simple y primitiva, como dice el poema, pero querer a fin de cuentas esperando alegrarle la vida a alguien y ser feliz por los instantes de tiempo que el destino nos cruce, sin pensar en un futuro o en un mañana jodido porque nada es para siempre.
Querer sin ataduras y sin pensar en el "quizás no me quiere tanto" o "quizás me querrá más de lo que yo lo hago", querer con la calma más sincera, sin afanes desmesurados, teniendo la plena seguridad de que mi "todo" subjetivo y algo más que eso es entregado... sea o no recibido.
Querer... entendiendo que si no hay perdón también se vale el resentimiento y que este amor más libre me permite fluir mejor, que así puedo ser más yo y más de él sin pertenecerle, sin pertenecernos...
Me asusta, no podría negarlo, porque sé que he hecho cosas que no han sido muy buenas, que en ocasiones he faltado a mi palabra y no he sido consecuente con lo que pido del mundo y de los otros... pero vamos, sabemos bien que la vida es inestable y lo único que tengo claro es que quiero asumir siempre la responsabilidad de mi existencia.
Entonces, siento que veo con tal claridad que puede parecer confusa por momentos, me gusta esta experiencia, esta sensación de sentirme tranquila y sin desórdenes aparentes y este reto tan gigante que me ha puesto el destino ¡tanto destino atravesado entre nosotros! para hacerme crecer y ver todo en una perspectiva que jamás pensé experimentar.
Querer... de una forma menos egoísta y más mía, más a mi manera, más sin prejuicios e inseguridades innecesarias.
Querer... de la forma más simple y primitiva, como dice el poema, pero querer a fin de cuentas esperando alegrarle la vida a alguien y ser feliz por los instantes de tiempo que el destino nos cruce, sin pensar en un futuro o en un mañana jodido porque nada es para siempre.
Querer sin ataduras y sin pensar en el "quizás no me quiere tanto" o "quizás me querrá más de lo que yo lo hago", querer con la calma más sincera, sin afanes desmesurados, teniendo la plena seguridad de que mi "todo" subjetivo y algo más que eso es entregado... sea o no recibido.
Querer... entendiendo que si no hay perdón también se vale el resentimiento y que este amor más libre me permite fluir mejor, que así puedo ser más yo y más de él sin pertenecerle, sin pertenecernos...