Y otro espejo se ha quebrado*


Hoy no encuentro un encabezado suficientemente bueno para comenzar a escribir aunque, como es costumbre, al querer hacerlo es porque simplemente no tengo otros medios para reventar elocuentemente. Definitivamente no soy buena llorando.
Ayer, buscando algunas monedas en mi caja de "todo" -la caja a donde van mis retazos de escritos, mis bolígrafos, billetes, monedas y demás cachivaches pequeños, me pinché con algo a través de la uña y aun me duele -sí, lo sé, yo y mis achaques- tal vez por eso no logro escribir algo decente para comenzar la maraña de hoy, digamos que sí, quiero creer que es así. 
Tomo té de manzanilla -no tengo más- y su nombre ronda en mi cabeza, por lo menos es solo eso porque las lagrimas ya las he secado. Y se me ha ido la paloma pero no su nombre, no su recuerdo, pero para eso tengo la explicación y es lo que me tiene hoy aquí sentada y no quien usualmente me trasnocharía -ah maldita sea, ya no logro concentrarme- y sigo tomando té...
A pesar de todo, sin tantos rodeos yo se lo que me estanca, y creo que es un tanto obvio, ese nombre que aun siento -es triste, yo quería hacer algo poético de ésto y mira la mierda de escrito que me he cargado- (...)

*Escrito viejo

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