sábado, 9 de noviembre de 2013

Una carta sin edición.

Llevo horas sentada frente al pc intentando comenzar a escribir algo, tratando quizás de sacar esta mierda un poco, porque mi cama me está absorbiendo, no es que me moleste, tengo un romance inquebrantable con mi colchón, pero ya es excesivo.
Me siento herida en tantos pequeños pero fundamentales aspectos que siento que las energías se me salen por los dedos... Tengo la tristeza atorada en la garganta, sofocando las palabras... Tan atravesada está en mis ojos que ni las lágrimas quieren salir, pero me saturan.
Me quiero dormir, soñar bonito y que los días pasen sin sentir esa ausencia que tengo enterrada en el pecho, pero hasta los sueños me atormentan.
No se puede cultivar una relación a distancia con llamadas de cinco minutos y esperas de 23 horas y 55 minutos, por más amor que haya, por más "eres todo en mi vida"... Mierda... Creo que dejé de vivir.
El conocer a alguien, empezar la conquista, el interés, la sorpresa y la fascinación por otro, para mi, no es fácil, o quizás sí, pero abrirme a alguien, dejarlo entrar no solo a mi casa, meterlo entre mis piernas sino abrirle las puertas de mi vida, de mis miedos, de mis penas, de mis debilidades y peor aún, de mi familia, esa es una empresa difícil de llevar, porque a final, cuando las sonrisas se van, dejar ir aquella ilusión me rompe el alma.
Yo me paso la vida evitando: evitando la u, evitando la práctica, evitando algunas llamadas, evitando algunas salidas, pero cuando me entrego a alguien lo hago al 100, con errores incluidos y bueno, digamos que la cagué... otra vez.

Me gustas, sé que lo sabes. Te amo.

Por eso escribirte es casi tan doloroso como esperar tus llamadas, tus mensajes y que no lleguen o escuchar tu risa a través del teléfono mientras yo me derrumbo un viernes en la noche, en la mitad de la calle (mi primera patética vez), mientras repites "no volverá a pasar Marce, te lo prometo".
Sé que puedo seguir soportándolo, sé que puedo seguir siendo patética a tu lado, sé que puedo seguir esperando... pero ya no lo quiero. No me traes felicidad y yo no te la doy a ti, no tengo vida.
Es injusto, dirás, pero los momentos incómodos a tu lado opacan cualquier rastro de alegría, le restan trascendencia a tus detalles lindos... y yo no logro evitarlo.

De verdad quería luchar, de verdad aún, muy en el fondo, quiero hacerlo pero ahora no le veo motivos. De nada me sirven las promesas cuando al día siguiente sigues haciéndome lo mismo ¿entonces qué es toda esa palabrería?... Me duele tanto y aún más que tu no logres dimensionarlo, que no lo sientas, que no veas cuán decaída estoy, que aún a través de un "estoy bien" no logres entrever la tristeza que se asoma. Sí, no eres brujo, pero muchos se dan cuenta.

Quiero que me pidas que me quede, que lo hagas porque me amas demasiado y no fueron solo palabras, porque te emociona querer verme, porque esperas mis llamadas y porque no puedes dormirte sin mis buenas noches... quiero que las cosas cambien, quiero una relación bonita, quiero sentirme correspondida y quiero sentir que le lleno de color la vida a alguien y no el fastidio que siento que te produzco...
No quiero palabras vacías de acciones... quisiera creer que nada de lo feo es cierto, que ha sido la situación, pero lo único que ronda en mi mente es que no me amas, que ya no te intereso, que me dejas ir lentamente a través de tus acciones porque no eres capaz de terminarme, como a ninguna novia que has tenido, que solo me dejas ir para que yo al final, te deje y que quizás, seguramente ya hay alguien más que sí te interesa.

Y así...vuelvo a sentir lo que ya una vez sentí... vivo en la carne y en la mente, lo que ya había vivido antes... que mierda.

miércoles, 7 de agosto de 2013

En tu ausencia...

Mi querido, amor, no de mi vida, de mis 23 casi 24 años... a ti en estos días de silencios y duermevela, en la distancia y en la desesperación, hoy comienza el tiempo de nuestra separación y hoy con más fuerzas a ti te escribiré cada frase que me suene a tu mirada, a tus abrazos y que desde lejos me traiga tu presencia que en días próximos espero tener conmigo. A ti, hombre de mis 23 casi 24 te digo:

070813 -


080813- Comienza
Si vieras como está el día desde mi ventana, llueve, llueve lo más de bonito pero así más te extraño... Esta pensadera de ti me tiene desesperada y solo van dos días... no quiero creer que te he abandonado, que pasará algo malo mientras no esté (la paranoia de Mares) y la gata no me deja tranquila, mientras más gorda más hiperactiva...

090813- Piensa En Mi


120813- Decepción
Tiempo... promesas... paciencia y más tiempo...
Y mientras tanto yo a la espera de lo que no llega. "Hoy soy humano y cometo errores, mañana trataré de corregir" y llega mañana y la frase se repite. ¿Hasta cuándo puedo esperar? 

180813- Desperdicio
Sé que pierdo el tiempo, ya no siento ni las ganas de escribir. Un día bien, el resto mal. En este... estado me consume la pensadera, pero no es una pensadera común, es ese estado de pesadez y desgaste energético que me fastidia, me pone ida y cabizbaja... no es justo.
Pdta: Permíteme decirte que la sigues cagando.

190913- Asfixiado
Él se cansó de mi. Pronto me mandará a la mierda. (Si es que ya no lo hizo).

lunes, 5 de agosto de 2013

El Silencio

Hoy se apoderó de mi, es curioso, no tengo nada que decir y por sentir, digamos que mucho pero casi rayando con la nada. ¿Es eso posible? no encuentro otra forma de definirlo.
No voy a decir nada simplemente porque no quiero ser una más del "blablablá" y mañana "felices para siempre" hasta que el ciclo inicie de nuevo. No tengo nada que decir, ni canciones que postear ni poemas que nombrar... Dejar ser, hoy soy... silencio, tranquilidad. Dejar ser, lo que es siempre será.

domingo, 9 de junio de 2013

Comunicado

Sola... como en pausa
Forzada... como estancada en el tiempo
Pasando... lentamente en noches, y mañanas
Esperando... como siempre, como antes...

Estos días de nada agotan pero no dejan de ser cómodos, es mejor hacer nada que mucho ¿no?
No pienso quejarme un segundo más sino hago algo al respecto por cambiar las situaciones que me aquejan.

viernes, 31 de mayo de 2013

Lo de hoy ¿hasta cuando?

Tanta gente al rededor... y nadie.
Tanta pesadez y el vacío no se llena. Soy un ente, cada vez más... muerta.
Debería estar empacando pero siento que entre tanta cosa no tengo nada que llenar, es como si mi maleta estuviese vacía... y lo está.
Quisiera apagarme pero creo que ya lo estoy, camino en automático y creo que de eso ya hace un buen tiempo.
Tiempo... siempre pienso en ello, desde que tenía unos 12 años comprendí el asunto de la temporalidad de los días... como pasa un día, una hora, que a veces me parecen tan largas, si lo pienso dos veces (y no es necesario) sé que dura poco, los meses, los años. Un año, anteriormente me parecía tanto pero el 2000 fue el inicio de todo, comprendí que el tiempo se me escapa de las manos y si antes soñaba con ser profesional a los 21 y casarme a los 25, en esos jueguitos que yo hacía con mis amiguitas cuando era pequeña... ahora, el tiempo se me vino encima y ni profesional, ni con gato...
Me fumo un cigarro y más que tranquilizarme, me alborota la pensadera ¡el dolor de cabeza!... No siento nada pero lo siento todo, esta revoltura: la pesadez "finita" de vivir, viviendo por nada.

Hoy me siento sola, hoy no tengo a nadie, ni a mi misma para hacerme compañía.

viernes, 1 de febrero de 2013

Random

Me siento enferma. Simplemente algo hizo ¿clic? ¿bep? y de repente, funciono en automático...
Una y otra vez, paginas se abren, se cierran, no hay motivo... un ciclo, defectos... comunicación...
Es lo más efímero y no es admisible un viernes tan deforme ¿de penas y exposiciones? No lo creo... Bueno, quizás un poco.
Me estoy ahogando, por si tal vez interesa... A mi sí, una leve cuota de cinismo es lo que me queda y varios tantos pedazos de aquel orgullo machacado...

jueves, 31 de enero de 2013

¡Oye!

Quería escribirte pero realmente no siento la suficiente energía para hacerlo... buscarte, llamarte o algo parecido, no es lo que desee realmente, porque siento que a veces simplemente no se puede luchar contra el destino, con lo que se nos impone de zarpazo en la cara... esta ausencia.

Me prometí a mi misma no caer en lo mismo, tiempo atrás me dije y aún sigo pensando, quizás, no puedo asegurarlo con total certeza, que intentaría vivir cada pedazo del cuento con los brazos abiertos pero con el corazón cerrado, luego pensé que era mejor vivir, sin centrarme en razonar cada instante del suceso (es complicado no hacerlo)...

Eres nadie y lo eres todo, casi todo... quizá un poquito más de lo que me hubiese gustado, aun sintiendo cierto recelo pero inexplicable gusto con cada palabra, con cada suspiro, con cada silencio...

¿Qué sientes? mañas mías de hacer preguntas que pocos saben responder ¿cómo te sientes? las palabras no me bastan, eres la cosa más incomprensible de este mundo y yo soy la complicada...

No puedo decirte que realmente me he matado la cabeza pensando en cada detalle, ya no lo hago, porque hace mucho entendí que distraerse es la mejor forma de omitir responsabilidades, y adueñarme de las ideas del por qué simplemente te ausentaste... lo siento... no me interesa.

Tengo un par de cosas que confesarte: te extraño, quizá un poco menos intenso de lo que te gustaría pero te extraño a fin de cuentas, en una especie de necesidad apagada, algo así como un dolor de ti resignado al "pasará"... Debo confesarte también que, aún con mi naturaleza racional y crítica, alcancé a pensar en algo rosa, algo bonito, algo cursi... con vino y gatos, con lluvia y besos... Ahora mejor tomo café y me levanto a bañarme, debo ir a clases.

miércoles, 2 de enero de 2013

Escribiéndome

No sé por donde empezar, hace tanto tiempo no me tomo la tarea de exponerme en este blog (antes no era una tarea realmente). Siento que me he consumido... Este desinterés absoluto por todo y todos se comió toda mi motivación, pero no es un desgano a lo emo, es simple desinterés. Yo lo veía venir y siempre me preocupaba porque temía en silencio llegar a este punto, casi llegando, casi cerca, ya casi.
Se que aun, y lo espero de verdad, hay esperanzas, sino, no estaría acá sentada intentando hacerle frente mediante el único recurso que poseo, "escribirme", porque este siempre fue el objetivo de éste, cosiato mío, de mis pesares y desatinos, de mi esencia a fin de cuentas.
No planeo sentarme a escribir entonces como alguna vez lo intenté, es cierto que en este punto de mi vida hay cosas que no puedo, ni quiero hacer o pretender retomarlas. Estoy cansada de seguir estancada en lo que no fue.
Este 2012 fue un año de estancamiento, no encuentro otra manera de definirlo y no puedo recordar otras cosas, diferentes a las que no salieron tan bien como lo esperaba, sin embargo atenderé mi leve necesidad de ver esta situación en perspectiva, pero no precisamente con la pesimista realista que me caracteriza sino haciendo un gran esfuerzo por mejorar esta situación.
Mi fin de año fue realmente desastroso, pero "revelador" a mi manera de verlo, o eso pensé, porque me confirmó mis aversiones y me empujó aun más a pensar cuan desechables son los seres humanos, porque mientras más personas a mi al rededor tengo mas drama aparece y ¡vamos! para eso me tengo a mi misma, no necesito la mierda de otros encima. Eso pensé. Entonces me encontré creyendo seriamente en dejar atrás cualquier vestigio de contacto humano, no era literal, solo en el sentido en el cual las personas se vinculan, en ese plan en el cual creo fervientemente que doy y recibo la misma cuota de afecto e interés por los demás seres de este hermoso planeta. ¡Si, claro! ¿Entonces me volvería Grinch de tiempo completo? No, solo vería y asimilaría a las personas como entes a mi disposición, desechables, para nada indispensables y que yo utilizaría a mi beneficio en cualquier momento, jugando el juego de ser como soy pero sin vincularme afectivamente del todo con nadie. Sí, tendría amigos, novios, amantes, compañeros, como quieran llamarlo,  "relaciones sociales" pero como todo en esta vida, cuando se terminara su ciclo y su "utilidad" pues Adiós, sin mirar atrás. Siempre esperando nada de nadie.
...
...

Sinceramente... No lo puedo hacer. Si soy honesta conmigo misma sigo siendo un saco de carne, sangre y entrañas, pero también siendo parte de este cúmulo de cucarachas mentales, el propio vómito de emociones característico de cualquier ser humano, frágil y sensible. Por tal motivo, hoy me encuentro aquí, intentando desenredarme, entenderme, arreglarme. Porque nadie más lo hará y yo realmente estoy necesitándolo.
Ya pensaré en algo...